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Los cerros de Bogotá no se venden

Los Cerros Orientales de Bogotá sin duda son territorios que van más allá del espacio físico y geográfico, son la gran montaña con relaciones humanas y la vida en sus diferentes manifestaciones.

 

Miles de campesinos despojados del campo por la violencia, la debilidad agraria y la desigualdad en la tenencia de la tierra, han venido construyendo el territorio de la montaña en esta gran ciudad, donde parece que la selva de cemento desencantara las formas de percibir la vida.

 

Hoy los Cerros Orientales en Bogotá, son territorios en disputa, hay pretensiones de volver a despojar a las familias en los barrios populares y a su vez, está la presión que ejercen las constructoras.

¿Por qué llegaron a vivir a los cerros?

 

- Nos tocó dejar la finca donde mi papá cultivaba, por la violencia que se desató con la muerte de Jorge Eliecer Gaitán - Roselena León. 

 

- En la agricultura se implementó el uso de los químicos, por tanto los insumos para cultivar eran muy costosos y vivir de la producción de alimentos no alcanzaba- Gabrielina Rojas

 

- Hubo mucho desplazamiento y la gente se empezó a venir a los cerros, a tumbar monte, cocinar con la madera y hacer ranchos para trabajar en la cantera - Hortensia Fandiño. 

 

- En el campo, había mucha necesidad, en nuestro caso, cuando se construyó la represa del Guavio, el clima cambió y en la finca se dejó de dar la comida, entonces por falta de ingresos, nos tocó llegar a los cerros, buscando tierra y trabajo - Anita Garzón.

¿Cómo se consolidaron los barrios en los cerros?

 

- Los servicios públicos, la capilla, el salón comunal, el colegio, el jardín infantil y las carreteras, nos tocó lucharlo; el Gobierno nunca apoyó ni acompañó la planeación; éste es nuestro territorio, lo construimos y lo defendemos, en esa época hasta nos tocó tomarnos la séptima por el agua y hacer protestas para la garantía de nuestros derechos - Luzmila Lemus. 

 

- El primer transporte fue el burro, luego llegó el colectivo, no había carreteras, solo trochas, había mucho “monte” y la gente decía que asustaban; por medio de pozos sépticos se manejaban las aguas sucias, y el agua limpia se tomaba de los nacimientos, la basura se quemaba” – Daniel Martínez. 

 

- Para nosotros era una alegría encontrarnos en la quebrada, porque a través de ella, conocíamos a las familias y veíamos cuales eran nuestros problemas. A medida que creció la población hubo más demanda de agua, la quebrada se fue acabando y nos tocó hacer lucha frente al acueducto para exigir agua” - Hermencia Guacaneme. 

La montaña en Bogotá es símbolo de resistencia y luchas populares, pero ante todo, es una montaña para la vida.

Escrito por Johanna González

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